Por qué reírse de uno mismo puede ser bueno para la salud: primer estudio
En estos tiempos sombríos e inciertos, la capacidad de reírse a carcajadas (sobre todo a costa de uno mismo) puede ser esencial para la supervivencia. Pero ¿son las personas realmente capaces de tener sentido del humor sobre sí mismas?
En el primer estudio de este tipo, Ursula Beermann, de la Universidad de California en Berkeley, y Willibald Ruch, de la Universidad de Zúrich, estudiaron a 70 estudiantes de psicología para evaluar su capacidad de reírse de sí mismos. Los resultados respaldan lo que se ha creído durante mucho tiempo: que poder reírse de uno mismo no es solo un rasgo distintivo, sino que también está vinculado con una personalidad optimista y un buen humor y puede ser la base de un buen sentido del humor.
Se pidió a los participantes del estudio que calificaran su capacidad para ver el lado humorístico de su propia situación. También designaron a uno o dos amigos para que los calificaran en la misma característica.
Mientras los estudiantes llenaban los cuestionarios en una computadora, la cámara de la misma fotografió subrepticiamente sus rostros. Luego, las imágenes fueron alteradas con el software Photo Booth de Mac para que parecieran imágenes distorsionadas, como si fueran imágenes de un espejo de feria.
Después, se pidió a los participantes del estudio que calificaran fotografías distorsionadas de personas que no conocían. Sus propias imágenes alargadas se insertaron aleatoriamente en la secuencia, y ahí es donde realmente comenzó el experimento. Se grabó en video a los participantes mientras veían las imágenes para ver si se reían o sonreían de sí mismos. Los videos se analizaron utilizando un sistema de calificación de expresión emocional bien estudiado, para ver cuán genuinas eran las expresiones de humor de los participantes.
El ochenta por ciento de los participantes sonrió o se rió sinceramente al menos una vez al ver su propia imagen ridícula. Sin embargo, aquellos que afirmaron tener la capacidad de reírse de sí mismos (y cuyas evaluaciones de amigos coincidían con las suyas) se rieron y sonrieron genuinamente con más frecuencia y con mayor intensidad que los demás.
Curiosamente, sin embargo, la percepción que tenían las personas de su propia capacidad para reírse de sí mismas solo estaba parcialmente correlacionada con las valoraciones de sus amigos, lo que sugiere que las personas piensan que son mejores en eso de lo que realmente son o que quieren presentarse de esa manera.
El estudio descubrió que la capacidad de las personas para reírse de sí mismas no tenía relación con la cantidad de risas o sonrisas que sentían en respuesta a las imágenes distorsionadas de los demás, lo que sugiere que el fenómeno es una característica distintiva, vinculada con el propio estado de ánimo y la personalidad, más que con la tendencia a encontrar simplemente imágenes ridículas divertidas. El hallazgo también subraya el vínculo entre el humor y la humildad.
Los participantes que pudieron reírse más de sí mismos también tendían a ser más alegres y menos serios en general, y estaban de mejor humor el día del experimento, encontró el estudio.
Aunque estudiar el sentido del humor de las personas puede parecer una tarea trivial, tiene implicaciones importantes para la salud. La risa, la sonrisa y el optimismo están vinculados con una mejor salud general. Y “entender” ciertos tipos de chistes requiere habilidades sociales importantes que pueden verse afectadas en trastornos como el autismo y la esquizofrenia. Comprender la mecánica del humor puede arrojar luz sobre lo que sale mal en esos casos.
Y a veces, simplemente necesitamos un recordatorio para tomar todo, incluso a nosotros mismos, menos en serio.
[Fuente: British Psychological Society Research Digest ]
Maia Szalavitz es redactora de temas de salud en TIME.com. Síguela en Twitter @maiasz . También puedes seguir la conversación en la página de Facebook de TIME Healthland y en Twitter @TIMEHealthland .